¡ADIÓS AL LIJADO!
El clásico barniz para exterior es un producto filmógeno. O sea, que crea una capa de cubrición continua. Por esta característica de continuidad, a lo largo del tiempo, el barniz se agrieta en grietas más o menos extensas. Durante las operaciones de restauración, la formación de pieles es una característica negativa del barniz. Quitar el barniz en profundidad en un suelo, un mueble o un revestimiento es una actividad laboriosa. Gracias a la tecnología Self-Consuming, los aceites Trinity no forman pieles y se autoconsumen poco a poco. Estos aceites desecantes de origen alquídico, de hecho, crean un velo homogéneo, pero no filmógeno. Estas condiciones favorecen al aplicador que, durante la fase de restauración, no tendrá que lijar.