Evolución del logo Renner
a lo largo del tiempo
Diseñado en el verano de 1957, el intrépido purasangre blanco del logo de Renner es obra del artista y publicista Nelson Boeira Faedrich (Porto Alegre, 1912 – 1994).
A Faedrich, que en 1930 había declinado la invitación personal de Walt Disney para trabajar en los codiciados Estudios de Animación, el grupo Renner Herrmann le confió la creación de una nueva marca que encapsulara los rasgos fundamentales de la empresa de barnices. La marca original Tintas ReKo, con 30 años de antigüedad, acaba en el baúl de los recuerdos.
Pero, ¿cuáles son los valores que Ernesto Luiz Herrmann exigió en 1957 que se reflejaran en el nuevo logo? Los de la libertad, la eficacia y el coraje, en primer lugar. La velocidad, carácter accesorio de los valores de Renner, ya era inherente al propio nombre de la empresa. Renner en alemán significa «el que corre». También fonéticamente, el palíndromo «Renner» funciona de la misma manera. Tiene una progresión acelerada y evoca energía, circularidad, tecnología.
De estos supuestos nace el caballo de crines rebeldes al viento, capaz de correr en dirección contraria a las lecturas occidentales, precisamente para patear a contracorriente la obstinada personalidad. Por último, el pura sangre compite con el galgo, otro símbolo de velocidad y fiabilidad. Pero el grupo Renner Hermann prefiere el caballo para fijar inopinadamente los conceptos de libertad y fuerza.
Para completar la obra, Nelson Boeira Faedrich también dibuja a mano el nombre Renner, que desde la primera versión hace un guiño a la modernidad. Ya aparece sans serif, en mayúsculas, en negrita diagonalizada. El corcel de finales de los años cincuenta se yergue audazmente musculoso sobre una R negra (colocada dentro de un escudo rojo) que insinúa tímidas gracias (serif).
Desde su exitosa creación en 1957, el logo de Renner, como el de todas las marcas que han surgido hasta la fecha, ha sido reestilizado varias veces. Hasta el día de hoy, concretamente en 2004, cuando la división de barnices de madera del grupo Renner Herrmann adoptó finalmente el color azul predominante (pantone cyan process) para representar a la división.
El azul claro se utiliza universalmente para significar lealtad, creatividad y preciosidad. No es casualidad que el ultramar, un tinte azul obtenido del lapislázuli, haya pasado a la historia del arte por ser caro y sólo utilizado por los más grandes artistas. Pensemos en los cielos de Giotto (Capilla Scrovegni de Padua) y Michelangelo (Juicio Final del Vaticano). El caballo Renner, que perdió sus acentos musculosos décadas después, conservó sin embargo el color blanco para guardar el concepto de pureza.
Al mismo tiempo que el pantone cian process, el payoff «wood coatings» apareció en 2007 en Myriad, sans serif de probada legibilidad. El nombre Renner, en una reinterpretación moderna del taco original de Faedrich, acentuó el atrevido cuerpo, de palos, doblado en diagonal. Una elección tipográfica que rinde homenaje a la afortunada intuición del artista brasileño y evoca una vez más el dinamismo. Un galope indomable con el que las pinturas de pura sangre de Renner ya son apreciadas en todo el planeta.